La primera versión, asegura que fue San Eufrasio, quién trajo la reliquia. Cualquiera medianamente versado en la historia local, conoce sobradamente las mínimas y escasas noticias que poseemos sobre la estancia de San Eufrasio en Jaén. Y menos aún, pruebas documentales.
La segunda versión, asegura que la reliquia fue donada a la Catedral de Jaén por el obispo don Nicolás de Biedma. Unos, aseguran que el obispo la obtuvo del Papa Gregorio XI (1370-1378), en el año 1376.
Y la tercera versión, que intenta conciliar las anteriores. San Eufrasio trajo a Jaén el Santo Rostro. Con motivo de la invasión musulmana, la reliquia fue escondida. Cuando Fernando III el Santo conquista Jaén en 1246, reaparece la reliquia, que San Fernando se lleva como protectora de su ejército a la conquista de Sevilla, donde habría de quedarse.
El obispo don Nicolás de Biedma, al visitar la diócesis sevillana, con amplios poderes del Papa, recupera la reliquia del Santo Rostro, que devuelve a la Catedral de Jaén.
Sea cual sea el origen del Santo Rostro hay aún una última pregunta que debemos formularnos ¿Es de verdad el rostro de Jesucristo?
1 comentario:
Para mi si. Ademas si crees en jesucristo crees en el santo rostro tambien.
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